sábado, 2 de octubre de 2010

Desfilada de ADEA Protectora de Vilassar de Dalt, Maresme


Hoy sábado, Samis y yo nos hemos ido a un pueblo cercano al nuestro, Vilassar de Dalt, en el Maresme catalán. Hoy era el día del desfile de la Asociación Defensora de Animales Abandonados del citado pueblo, Vilassar de Dalt, la protectora se llama ADEA.
Habían perros, niños jugando y un grupo animado de particulares con sus perros pasando la mañana del sabado en este parque rodeado de vegetación.
Primero unos perros de la policía han hecho una demostración de búsqueda de explosivos y de drogas, mientras los perros de la protectora y el Grupo de Galgos 112, que tambien desfilaban hacían un coro de ladridos y aullidos, como una representación de teatro con coro, un coro algo nervioso ante la espera de su salida a escena.

 Luego les ha tocado el turno a ellos, intentando mantener una fila ordenada, pero unos y otros querían olerse y saludarse otra vez mientras los voluntarios, con gran cariño, procuraban ceñirse al orden establecido.


Y poco a poco, siguiendo el ritmo de cada uno han ido desfilando ante el publico, como conscientes de que esta podía ser una buena oportunidad de encontrar un ser humano que los eligiera para darle un hogar.



Y entre todos ellos había una galguita de 6 meses, preciosa y dulce, con las patas delanteras llenas de hierros que apenas podía caminar. Es una galguita que ya está adoptada, y que en un descuido, hará unos 2 meses, cayó desde un 4º piso y se rompió las patas delanteras. Su dueña me explicaba el disgusto de ese accidente y las operaciones a la que han sometido al cachorro para que pueda tener una vida lo más normal posible.

De momento no puede jugar y eso es duro con 6 meses. Estaba como loca mirándose los hierros porque le acababan de quitar la mampara, y se lamía los tornillos con enfasis y muy concentrada. La llevan en brazos y luego la van dejando en el suelo para que los otros se acerquen con cuidado y se puedan saludar, la galguita moviendo el rabito, muy contenta con los saludos.
Había una sabueso, Orejitas, preciosa, algo gordota, tímida y muy tranquila que me ha robado el corazón pero no haría buena pareja con mi Samis, este necesita un compi más activo y participativo. Se han ignorado totalmente. Había otro, un podenco peludo, algo nervioso que tambien he tenido que descartar por ser demasiado grande y dominante.
Sigo pues esperando que me informen sobre Tebo y los otros por los que he pedido datos en otras protectoras repartidas por España.
Samis se ha pasado el viaje de vuelta durmiendo, ha sido una gran excitación para él con tanto perrito, y encima estando atado y sin poder jugar con ellos, lo que le provoca ladrar de fustración, y se ha pasado la mañana ladrando y meneando la cola.
Y él tiene la suerte de volver a casa, porque Samis ya tiene un hogar, cosa que los perritos de la prote no tienen, pero en cambio tienen el cariño inmenso de los voluntarios, cuyos hijos tambien estan implicados y reparten caricias a doquier.

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